Ocho equipos partieron desde Oporto, cuatro desde Pamplona y dos, tanto desde Santander, como desde Soto del Barco (Asturias).
El temporal de nieve que se había anunciado para el viernes, al final nosería tanto, y hasta Sarria, que sería el punto de concentración, llegarían55 de los 61 inscritos, aunque tan sólo uno de ellos, el Ford Cortina del portugués Carlos Maciel, al que los organizadores de la Escudería Centollo, en el posterior reparto de premios, le darían el premio a la desgracia.
En la población de Sarria, se había dispuesto un control de llegada al quel os participantes tenían que llegar en un minuto exacto y que cumplirían la práctica totalidad de los equipos.
La mañana del sábado, que amanecería más que fría, preocupaba tanto a organizadores como a participantes y sería poco después de las siete de la madrugada cuando partía un vehículo de reconocimiento, para comprobar el estado de los tramos.
La respuesta por parte del mismo era positiva, al considerar que se podía pasar por los primeros tramos del recorrido. Al mismo tiempo la Guardia Civil anunciaba que ya se había limpiado el Puerto de Poio y que se podía circular por el mismo sin el uso de cadenas.
También se avisaba a los participantes de la situación de las principales placas de hielo que se iban a encontrar.
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