Un poco de historia...
Aquella primera edición.
Todo comenzó el uno de mayo del 98, cuando a un miembro del club (que todavía no existía) lo invitaron a celebrar el 30 aniversario del Targa Clube de Oporto en el Hotel de Vidago. Le gustó tanto ese lugar que quiso de alguna manera hacer una fiesta allí con todos sus amigos. Dándole vueltas a la cabeza decidió organizar un rali de clásicos que atravesase todo el sur de Galicia por carreteras de montaña y terminase en la mencionada población portuguesa.
Majestuoso el Hotel Palace de Vidago
Ideó que los amigos que no tuviesen un automóvil clásico (como a él mismo le sucedía) hiciesen de controles o participasen con un deportivo moderno en una categoría denominada “Invitados”. Como hacían falta permisos, seguros y todas esas cosas se puso en contacto con las escuderías gallegas de clásicos que en ese momento eran más activas, como la Escudería Gallega de Clásicos Deportivos de Vigo, encabezada por Juan Mosquera y la Escudería Orense de Clásicos Deportivos encabezada por Gaspar Sierra. La primera se encargaría de pedir los permisos y realizar todos los trámites administrativos y la segunda se ofreció para dar un pequeño almuerzo a todos los participantes a su paso por Orense.
Comedor del Hotel Palace de Vidago, donde se celebró la cena.
El lugar de salida se buscó en Bayona, para que resultase el inicio tan turístico como la llegada y la fecha, el mes de enero para conseguir un buen precio en los hoteles. Se trazó un recorrido de más de 500 kms. Y la inexperiencia de la joven organización hizo que la prueba rodase sin descanso, (salvo 40 minutos de parada en la ciudad de Las Burgas) para intentar que los participantes cubriesen al menos el trayecto por España de día y dejarles todavía algún tiempo a su llegada para preparar el reparto de premios que acompañaría la cena en el Palace Hotel de Vidago.. La verdad era que los equipos participantes casi no tenían tiempo ni para echar gasolina en los coches. Además, la niebla, el hielo, carreteras excesivamente sinuosas y un cruce dudoso en el primer tramo en el que se perdieron la mitad de los participantes, hizo que la prueba resultase dantesca, pero de grato recuerdo para casi todos los participantes. Hasta tal punto gustó, que de los treinta participantes en ese primera edición se pasó a los sesenta de la segunda.
El nombre que se le dio “Rali de Invierno” venía de una pequeña prueba de club, que la Escudería Vigo organizó mediados los sesenta y que carecía de mayores pretensiones.
Las penalizaciones en aquella primera edición serían monumentales, pero la prueba se decidiría en la última zona de regularidad, ya que el hasta ese momento líder Enrique Ojea se saltaba un cruce y se perdía, mientras que la anulación del último control le daba la victoria a los portugués João Marques y Carlos Costa con un Ford Escort MKI por sólo ocho puntos de ventaja sobre los vigueses Juan Mosquera y Ángel García. La tercera y cuarta plaza serían para los Porsche 911 de los portugueses José Leite y Joaquim Bessa, los cuales casi no se perderían ninguna otra edición. En aquel primer año participaron otros muchos que serían siempre fieles a la prueba como José Antonio Fernández (que acudía de copiloto de Gustavo Piñeiro) que terminó sexto, Enrique Salgueiro (séptimo), Chano Carrera (décimo), David Pais (doce), Javier Iglesias (catorce), Ramón Valverde (dieciséis), Che González (diecinueve), Luís Aragonés (veinte), Ángel Pais (veinticuatro) y José Ogando (ventisiete) o incluso en categoría de “Invitados” se clasificaba de tercero José Antonio Fernández Alonso que años después sería presidente del Rali Club de Invierno.
CRÓNICA DE LA PRIMERA EDICIÓN EN CRONO MOTOR
Prácticamente 500 kilómetros tuvieron que recorrer los participantes en el Rali de Invierno para llegar desde Bayona a la población portuguesa de Vidago, muy próxima a la frontera de Verín. El recorrido, tan difícil como el de un rali de antaño, se complicó todavía más con una climatología adversa, con fuertes lluvias que arreciaron por la tarde y una espesa niebla que engulló a los participantes al mismo tiempo que anochecía en la Sierra do Invernadeiro. Al final, la confortable llegada en el Palace Hotel hizo olvidar anteriores penurias y descubrió al brillante vencedor, el portugués João Marques que por escasísima diferencia se impuso al vigués Juan Mosquera.
Desde hace mucho tiempo, el sueño de muchos ha sido el unir los ralis Rías Bajas y Orense para crear de esta forma una gran prueba perteneciente al Campeonato de Europa. Ese sueño que se ha ido desvaneciendo con el tiempo, de alguna forma se ha hecho realidad en este Rali de Invierno, organizado conjuntamente por la Escudería de Automóviles Clásicos de Ourense y la Escudería Gallega de Clásicos Deportivos de Vigo.
El itinerario en sí recorrió todo el sur de Galicia y partes de sus carreteras son de sobra conocidas por los aficionados, ya que las mismas han formado parte de numerosos ralis de hoy y de antaño con nombres como los de Sta. María de Oia, Burgueira, Aloia, Chenlo, Covelo, Avión-Beiro, Cabanelas, Parada-Maside, Castro de Beiro, A Peroxa, Os Peares, Ponte do Sil, R. Sacra, Cañón do Sil, etc...
Evidentemente un rali de diez horas de duración que recorriese todo ese trayecto no consistía en un simple paseo con los coches bonitos, más bien todo lo contrario, ya que los 500 Kms. a recorrer se realizaron con una climatología adversa.
La lista de participantes con más de treinta, resultaba sumamente atractiva y en la misma destacaban nombres como los de João Marques y Ramiro Fernandes, pilotos que se clasificaron en primer y segundo lugar respectivamente en el famoso Rali Verde Pino-Maratón de Portugal. Entre los gallegos nombres más que conocidos de los ralis, como Chano Carrera, Moncho Valverde, Gaspar Sierra, Luís Aragonés, Gustavo Piñeiro, Javier Iglesias, Emilio Quicler, etc..., todos pilotos que en su momento colgaron el casco y que ahora disfrutan muchísimo con esta especialidad.
La prueba comenzó con algo de lluvia y mucha niebla y ya en la primera zona de regularidad se revolucionó la prueba. En primer lugar João Marques se perdía y ya pasaba por el primer control con cinco minutos de retraso. En esta misma prueba de regularidad por el segundo control ya no pasaban en su horario una decena de participantes, a los que un cruce embarrado les hizo dudar y se metieron por una pista de tierra, perdiendo mucho tiempo. El paso por el Aloia, que estaba oculto por la niebla, resultó difícil para muchos participantes y posteriormente la caravana marchaba completamente desordenada.
Pero las mayores penalizaciones llegaron por la tarde, ya que muchos equipos prefirieron parar a comer que a cargar gasolina (no había tiempo para todo) y desde los primeros controles las penalizaciones serían abultadísimas.
LOS MEJORES EN LOS TRAMOS
En el primer control el único que pasaba a “0” era el Porsche 914 de Villafines, mientras que el Alfa de Chano quedaba a un segundo. En el segundo control el “0” era para el 911 del portugués Bessa, seguido a 3 sg. por el también Porsche de Leite, el R8 TS de Núñez con 5 sg, y ya a 6, 7 u 8 sg. quedan Piñeiro, Villafines y el Mini de Pais, manteniéndose de primero el del 914.
El mejor en el Aloia es Chano, seguido de Ojea y Marques, situándose el segundo de estos a muy poca distancia de Villafines en la general.
En Chenlo los “0” se los reparten el Fiat de Fernandes y el 911 de Leite, aproximándose este segundo a los puestos de cabeza. También lo hacen bien Marques y Núñez y aquí Ojea supera a Villafines en la general.
En Beiro no hay ceros y el mejor es Marques que penaliza uno, pero por adelanto, siendo el segundo Javier Iglesias y el tercero Piñeiro.
En Cabanelas el cero lo marca Ojea, al que le sigue por uno Marques y por dos Villafines y Alves.
En Castro de Beiro el mejor es el 850 de Pais con un segundo, seguido de Marques con dos.
El cero en La Peroxa es para el 911 de Del Campo, seguido a un segundo por el Coupé de Pais y los también 911 de Bessa y Leite.
La menor penalización en Os Peares es para Sierra, seguido de Mosquera y Núñez.
En Parada del Sil empataban Marques y Ojea continuando de líder el segundo.
En Cañón do Sil el mejor sería el Coupé de Pais, seguido del 911 de Leite y el BMW de Piñeiro empatados.
El control de Campobecerros y posteriormente en el de Verín dejan a Ojea sin la victoria, e incluso Marques que era segundo, está a punto de ser superado por Mosquera que queda a 8 segundos.
En estos dos últimos controles los mejores pasos son para el Opel Ascona de João Santos y para el BMW de Javier Iglesias.
En “Invitados” Pedro Alves y su Spider no daban opciones a sus rivales, siendo seguido de Quicler copilotado por su hija Jana, José Antonio Fdez. y Luis Fonseca.
Parte del equipo de organización. ¡Qué frío pasamos aquel año..! |
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